22/8/12

El amoralismo y la falta de conciencia humana


Autor. Camilo Andrés Chavarro Guio
El amoralismo y la falta de conciencia humana
¿Somos esclavos? ¡Despertad como un hombre libre!

El Hombre es egoísta por naturaleza, siempre deseara el placer propio primero que el de los demás, pero en un momento del desarrollo de la conciencia como un individual que depende de su sociedad aprendemos a tomar en cuenta  al prójimo. Seguimos siendo egoístas pero los tomamos en cuenta, tal vez sean los lasos emocionales que aprendemos a formar ó el entendimiento y sometimiento de las normas y convencionalismos sociales.

¿Somos esclavos? ¡Despertad como un hombre libre!
¿De qué manera quiero expresar que muchos de los hombres son esclavos? En que nuestras mentes han sido acondicionadas para la homogeneidad que requiere que sean la sociedad para la manipulación mediática.
Entonces, ¿Qué podemos hacer?, ¡comencemos por pensar diferente! Es la única cura que puedo afirmar que sirve, preguntémonos el por qué las cosas están como están, cuestionemos las normas que nos limitan, rompámoslas y propongamos nuestra sociedad, una sociedad libre, una sociedad en la que no juzgamos las apariencias y el criterio del bien y el mal lo discutimos.
Rompamos esos convencionalismos que aprisionan nuestra voluntad, como lo dijo Joris Karl Huysmans en su obra decadentista “A contrapelo”; “colocar el sueño de la realidad en el lugar de la realidad”, aspirar sentir la vida en un estado absoluto de armonía y belleza divina para poder liberar la esclavitud de la libertad.
  • "Las normas no nos han permitido liderar nuestras decisiones bajo nuestro propio criterio, sino bajo el juicio de la sociedad".
  • "Una revolución del orden social es lo que todos nos proponemos pero no sabemos qué hacer".
  • "En la vida, las cartas están echadas. pero cada uno puede hacer con ellas un juego diferente".
"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos, por eso. canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida...antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos".

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