Objetivo de familias en acción, publicado en la página
web de la Presidencia de la Republica: “Es una iniciativa del Gobierno Nacional para entregar
subsidios de nutrición o educación a las, familias en condición de desplazamiento
o familias indígenas, otorgar un apoyo monetario directo a la madre
beneficiaria, condicionado al cumplimiento de compromisos por parte de la
familia, contribuye al incremento del ingreso de las familias en condición de
pobreza extrema, con el fin de que puedan vincularse con las transacciones de
mercado y al mejoramiento de sus condiciones de vida, “Familias Guardabosques; a través del Programa Contra Cultivos Ilícitos, PCI.
Adelanta el proyecto “Familias Guardabosques” ya que parece el mecanismo más
efectivo para proteger los bosques amenazados por los cultivos ilícitos”.
Vemos aquí la intención del Estado por
promover una asistencia, no un asistencialismo, con base en la
corresponsabilidad a la que intenta involucrar a las sociedades beneficiadas
con proyectos productivos y la creación de nuevas pequeñas empresas
involucradas al fomento de desarrollo y apropiación de la riqueza, como lo
visto en Santander, Boyacá y Norte de Santander, no quisiera criticar este
modelo de política pública y social, que a mi modo de ver es una estupenda
forma de reivindicar los derechos de los marginados por el estado y que ahora
son ayudados por el mismo, pero existe en otras regiones del país donde han
reconfigurado este plan de asistencia social.
Pero desgraciadamente, sin desmeritar que
en algunas regiones este proyecto de asistencia si se ha llevado a cabo, hay
que decirlo en otras regiones del país, se ha visto el fenómeno de la
manipulación de estos subsidios para el fortín y control de la sociedad, por
parte de clase dominantes de políticos, a la cual llegan las ayudas como son;
el Valle del Cauca, el nororiente Antioqueño, Tolima, donde se ha visto una
creciente problemática de dependencia de estos planes de asistencia social.
¿Cómo es esto?, ¿cómo se da esa
manipulación por parte de unos grupos dominantes, a los beneficiados por
familias en acción o familias guardabosques?, hemos visto pues, en los medios
de comunicación, la cantidad de denuncias en las que se han visto involucrada
la misma problemática de orden y poder de algunas regiones del país, donde
todavía se ve la fuerza de poderes locales y regionales por parte de lo que se
conoce como caudillismo, en donde familias o grupos de personas de las altas
clases dominantes de la política, utilizan estos proyectos nacionales o
regionales como instrumento de manipulación a beneficio propio para preservar
su hegemonía absoluta, sobre la gente de las clases marginales a las cuales al
salir beneficiadas, los manipulan sobre sus decisiones y apoyos a políticos que
sean de su línea de pensamiento o dependientes, a ciertos grupos o movimientos políticos, igualmente al
expresar en público apoyo a alguien y desprecio sobre otros, ya que si no
siguen sus intereses, se verían afectados estos subsidios con los cuales
cuentan para sobrevivir, motivo por el cual se da el circulo vicioso del
asistencialismo.
EL DEBER SER.
En donde se da a la población marginal
pobre, lo que tan solo sirve para sobrevivir, y no se le da, con lo cual puede
independizarse de la ayuda, salir adelante y que esa ayuda sea progresiva y
destinada a otros, si en la política pública Colombiana esta marcada en sus
ideales, el tener el mínimo de personas controladas con tal de que no busquen
espacios de reivindicación, u organización social para buscar y encontrar,
objetivos mayores de los cambios sociales a los cuales desean acceder.
No podemos criticar el objetivo idealista
del gobierno central en motivar este crecimiento de las mejoras de vida de una
población marginada y pobre, o tal vez su apoyo a lo antes mencionados
mecanismos de control de los pobres, ya que tal vez no sea culpa del estado
central sino más bien de su falta de cumplimiento, eficacia, y
control de poder, sobre este caudillismo regional, que ha causado en varias
partes del territorio colombiano, este fenómeno.
Que se puede describir en una relación de la política y la fuerza, ya que no es una fuerza física
de opresión para la obediencia, sino más bien una fuerza manipuladora de las
necesidades de la población marginal en los sectores más pobres, de los departamentos
antes mencionados, donde se repite constantemente este fenómeno de dependencia
de estos políticas sociales, que tiene como variable del problema, el no estar
enfocados a la independencia del sujeto, a la consecución de sus derechos y a
la reivindicación de su dignidad, no está
direccionada a un enfoque incluyente de una economía nacional mas igual.
Es así que en la sociedad colombiana y en
estos cinturones de dependencia y miseria, lo que el Alto
Consejero presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, el
Doctor Diego Molano, con tal
ahincó denomina “del asistencialismo a la corresponsabilidad”, que argumenta
que la situación de Familias en Acción, al igual que Familias Guardabosques, ya
no es un problema de asistencialismo y dependencia de los beneficiados con el
gobierno nacional, departamental y municipal, ya que aparentemente hace que la
población se comprometa con una “gestión
de su desarrollo”.
Pero este objetivo se dificulta cuando el Estado cree que la población
marginal carece de estudio, de racionalidad para administrar una patrimonio; es
así que más bien a estas comunidades les falta un acompañamiento por parte del
Estado, no asistencialista, por lo cual se cae en el error, cuando después de
realizar políticas económicas excluyentes de este grupo de población, y además
se le han restringido las condiciones básicas como vivienda, alimentación,
vestido, situaciones de su mejoramiento de vida como es la salud y la educación,
y lo que realmente debería el Estado es buscar la retroactividad de estos
derechos perdidos.
Y tratar de volverlas a incluir a un economía Nacional, es ahí en donde
las poblaciones más vulnerables se ven forzadas en resolver estas problemáticas
cercanas, y que tan solo ven en el auxilio y asistencialismo del Gobierno la
única herramienta para satisfacerlas, en corto o inmediato plazo y es ahí en
donde caen bajo el control y dependencia de los miembros de grupos, tal vez
asociados o no asociados al Gobierno central directamente, pero que estas
clases dominantes ven en la fuerza de control de las necesidades de los pobres
un mecanismo de acceder al poder y a la política más fácilmente, con el uso de
este tipo de fuerza.
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